Sandwiches en la Torre de la Vela

Asociacionismo, libertad y comida rápida, por Jahd

lunes, febrero 23, 2004

Asociaciones y estado

¿Cuál es el propósito de una asociación? La reunión de una serie de personas con ciertos fines en común. Esos fines pueden estar muy acotados, como por ejemplo los de un club deportivo, que se limitará a la práctica de cierto deportes (o tal vez un número de deportes, pero deportes al fin y al cabo). Puede ser una reivindicación puntual: no a una carretera, sí a esa carretera, sí a los matrimonios homosexuales, no a la religión en los colegios, etc. O pueden ser tan amplios como "el fomento y la promoción de la juventud a través de..." lo que sea: cursos, actividades, talleres...

Una asociación puede plantearse como una plataforma donde reunir gente con ciertas ideas comunes para que de las sinergias del grupo salgan cosas. O puede ser simplemente el tener un lugar físico de reunión para hacer lo que salga.

Pero lo que está claro es que una asociación con las ideas claras siempre tendrá más posibilidades de continuar a lo largo del tiempo que una que simplemente se deja llevar. La pregunta definitiva para cualquier asociación debería ser: ¿qué beneficios aporta a sus asociados? y ¿qué beneficios aporta a la comunidad en la que se halla inmersa?

La gente se asocia porque obtiene algo a cambio, no necesariamente material, pero sí que le cuesta algo: dinero de cuotas, tiempo para realizar actividades... y lo normal es hacerlo a cambio de algo, aunque sea simplemente la "satisfacción del trabajo bien hecho". Y además esa asociación lleva a cabo sus actividades en una cierta sociedad: ¿es esa sociedad la beneficiaria de las actividades y acciones de la asociación? Dependerá de la asociación, pero la que más aporte creo que será aquella cuyo funcionamiento y objetivos fomenten el desarrollo personal de sus asociados, algo de lo que la sociedad en su conjunto se beneficia al disponer de ciudadanos más responsables.

Finalmente, si las asociacios intervienen en la vida de la comunidad el asociado tiene una cierta sensación de poder real para cambiar las cosas, hacer algo que sea duradero, y eso desarrolla la responsabilidad personal y como miembro de una comunidad. Se fuerza una participación positiva en la vida pública, y no la opción (más habitual) pasiva de votar cada cuatro años, quejarse, y volver a votar. Si tienes quejas, busca, que seguro que hay gente que las comparte y con la que podrás unirte para llegar a un cierto fin común.

La suma de todos los fines de asociaciones que quieran contar con asociados libres, responsables y con criterio debería ser suficiente acicate para el estado para fomentar el derecho de asociación. El estado es la mayor asociación que existe, y funcionará mejor cuanto más responsables sean sus asociados-ciudadanos.

Ese debería ser el fin último de las asociaciones: desarrollar la libertad del individuo y su sentido de la responsabilidad. Y ese debería ser el fin último del estado: ser una gran plataforma en la que desarrollarse las personas.