Sandwiches en la Torre de la Vela

Asociacionismo, libertad y comida rápida, por Jahd

martes, marzo 09, 2004

El mando a distancia de mi garaje

Soy un poco torpe, y hace un par de días el mando a distancia sufrió un pequeño percance, y se petó, el pobre. Pedí referencias de dónde podía comprar otro, y entre otros sitios me dijeron el Mr. Minit del Carrefour Palma. Fui allí, con el mando roto, y me vendieron otro en teoría del mismo modelo, y que me costó 34'95€ (no son baratos, desde luego). La cuestión es que no funcionaba bien: tenía poquísimo alcance, casi tenía que tocar la barrera para que se abriese.

A los dos días fui a la tienda, me atendió el mismo chico, no supo qué decirme y me dijo que fuese al día siguiente, que estaría el encargado. Así lo hice, y cuando el encargado vio el mando viejo y el nuevo inmediatamente vio que no era del mismo tipo (aunque prometo que lo parecían). Cogió otro, lo configuró, y me lo dio. Al preguntarle si costaban lo mismo me dijo que el que me daba ahora costaba algo más, pero que lo dejaba igual por las molestias.

No sé qué diferencia de precio habría, si 10 céntimos, un euro o diez. Pero lo que tengo claro es que cuando tenga que hacer copias de unas llaves, iré a esa misma tienda. Si se me estropea un zapato, iré allí a que me lo arreglen. Si alguien me pide "¿sabes dónde venden mandos a distancia para garajes?", "en el Mr. Minit de Carrefour".

Esto se llama orientación al cliente, y es una de las ventajas competitivas que puede tener una empresa en un mercado en el que en principio no hay diferencias entre los competidores. Si se me vuelve a romper el mando a distancia, no me molestaré en buscar otros sitios, se lo iré a comprar al mismo tio, aunque me salga más caro. Es mi derecho como consumidor, elegir dónde y cómo gastar mi dinero. Es mi libertad de comerciar con quien quiera.