Sandwiches en la Torre de la Vela

Asociacionismo, libertad y comida rápida, por Jahd

lunes, marzo 01, 2004

¿Para qué me sirve a mí una asociación?

Permitidme este post personal, mezcla de recuerdos, disertación y esperanzas.

Mi entrada en el asociacionismo juvenil hace casi diez años fue de lo más casual: para jugar a cartas. De allí pasé a un mundo de más actividades de tiempo libre: excursiones, futbito, juegos de mesa (sobre todo los de simulación y recreación histórica, que te permiten aprender mucho)... los juegos de rol ya los conocía desde unos cinco años atrás (y también son una gran fuente de conocimiento). En resumen, la asociación hasta hace poco me proporcionaba une fuente de ocio alternativo para no pasarme mi tiempo libre mirando la tele.

Otra de las cosas que me ha permitido es conocer gente, tanto de mi asociación como de otras. Y visto en perspectiva me doy cuenta de la labor de adoctrinamiento que realizan muchas asociaciones, y no solo las de carácter político. Suelen entrar primero por el lado ecologista: excursiones y actividades de aire libre, a través de lo cual se critica el hecho de que gran parte de las fincas de montaña son privadas, y muchas de ellas con el paso vetado. De ese modo se comienza una demonización de lo que es la propiedad privada y la exaltación de lo público. Empezamos hablando de parques naturales públicos. Luego, que hay que limitar las emisiones de CO2 para no cambiar el clima del planeta. Se critica que se quieran hacer mejores carreteras o autopistas porque consumen territorio, y porque entonces la gente tiene facilidad para desplazarse e instalarse donde quiera (verídico, he oido este argumento tal cual). Hay quejas cuando se anuncia que te cobrarán por los rescates de montaña si el accidente se debe a una negligencia, y cuando te dicen que tienes la opción de federarte, que te incluye un seguro, se pone el grito en el cielo. Es decir, se quiere libertad para hacer el payaso aunque cueste un accidente, pero que los demás carguen con las consecuencias. Esta bola de nieve se suele complementar con la propaganda progresista que todos conocemos en tantos asuntos: sanidad, pensiones, Palestina, Irak, inmigración, vivienda, nacionalismo... y se termina asociando ciertas posturas con ciertos partidos. Es decir, se termina haciendo propaganda electoral más o menos encubierta. Cuando hay chavales que desde niños están siendo bombardeados de este modo, su criterio a la hora de votar cuando cumplen los 18 está totalmente mediatizado.

Parte del problema es que los padres que llevan a los crios a clubes de ocio y similares no se molestan en conocer el programa de la asociación. Muchas veces sólo miran que esté cerca de casa o del colegio, tratan de conocer a algunos monitores, y punto. Yo mismo, que ya he dicho que llegué muy mayor (con 20 años) a esto de las asociaciones, terminé contagiándome de ecologismo, progresismo, socialdemocracia, etc., pero cuando empecé a trabajar y a pagar impuestos, consumir, tener un crédito, pagar recibos... vi el mundo de un modo completamente distinto. Empecé a plantearme que las cosas podían ser de otro modo. Antes lo quería todo público porque yo no tenía nada. Ahora tenía cosas mias, que ganaba con mi esfuerzo, y que mi esfuerzo también beneficiaba a otros miembros de la comunidad. No sabía que nombre ponerle a esa forma de ver las cosas, hasta que empecé a escuchar a Jiménez-Losantos (esta historia queda para otro día), que de rebote me llevó a Libertad Digital, y que me mostró un nuevo punto de vista para muchos temas. De eso hace ya un par de años. Descubrí lo que es el liberalismo, que por encima de todo pretende la libertad de los individuos sin que nadie pise la de otro. Descubrí que una ética basada en un concepto tan simple como libertad individual y el respeto a la propiedad privada podía ser la base de una sociedad más próspera y civilizada que otra basada en la propiedad común de las cosas. Y redescubrí que para muchos jóvenes es un concepto aún difícil de digerir. La propaganda progresista ha trabajado mucho en estos años.

A mí, la asociación me sirve ahora para enseñarle a la gente que no todo es ser de derechas o izquierdas, que existe la opción liberal, la opción que concede a las personas toda la libertad y les permite prosperar y seguir sus sueños.